Novena a María Auxiliadora. Día 08.

María Auxiliadora, madre de la Familia Salesiana.

La maternidad corporal confiere a María una maternidad espiritual ilimitada. Con sus modos femeninos ella allana el camino cuando sucede que un hombre se acerca a su Hijo o se empeña en una búsqueda real, ya sea la fe, la conversión o la vocación. Su intervención pasa casi desapercibida se realiza de la manera típica de una madre, pero es, sin embargo, extremadamente eficaz.

Don Bosco no dudaba del amor solícito e ilimitado de María, un amor que abraza a las almas individuales y a toda la Iglesia.

Comentario del Rector Mayor.

Hemos llegado al penúltimo día de nuestra novena, y nuestros corazones están casi listos para celebrar la Fiesta de María Auxiliadora. Hoy quisiera compartir con vosotros algunas actitudes que nos pueden ayudar a que toda la Familia Salesiana se encomiende a María Auxiliadora como Don Bosco.

Dios vino al mundo por primera vez a través de María, en humillación y anonadamiento. En el credo, que recitamos cada domingo, afirmamos que vendrá por segunda vez, para que reine en todas partes y juzgue a vivos y muertos. Pedimos al Señor que venga al mundo con el don de su Paz Pascual. Sería hermoso que cada miembro de la Familia Salesiana, el 24 de mayo, se entregara completamente al Señor Jesús por las manos de María, comulgando y orando. Como preparación a la fiesta, cada uno podría hacer un acto de ofrenda al Señor, que podría tomar la forma de una mortificación, una limosna, una peregrinación, una oración o cualquier otra acción inspirada por el Espíritu Santo.

Sería estupendo unir las fuerzas de toda la Familia Salesiana durante estos días para implorar a Dios, por intercesión de María, el don de un amor apasionado por Jesús en la Eucaristía, fuente de toda gracia, acción cambio y salvación. Sólo Jesús puede darnos la paz en el mundo y santificarnos a nosotros y a los jóvenes que nos han sido confiados. Pidamos juntos tomar mayor conciencia de la presencia real de Jesús en nosotros los consagrados, los educadores y en cada miembro de la Familia Salesiana, porque solo Él puede verdaderamente hablar a nuestra vida y transformarla. Que estos días de preparación a la fiesta nos acerquen cada vez más al Corazón de Jesús a través de María Auxiliadora, nuestra Madre y guía.

Consagración a María.

Virgen María, mujer solícita y de corazón misericordioso, contemplando tu belleza natural y confortados por tu presencia de Madre nosotros, miembros de la Familia Salesiana,

queremos entregarnos enteramente a ti.

Aumenta en nuestras vidas el amor apasionado a Jesús Eucaristía, Fuente de Gracia. Acoge y protege bajo tu manto, como hiciste en Valdocco a los jóvenes que nos han sido confiados, especialmente a los que están atrapados en las garras del placer frenético, de la violencia, de las adicciones. Toca sus fragilidades con caricias de Madre y cura su necesidad de amor.

Apóyalos en el camino de la vida, y haz que cada uno de nosotros sea incansable en sembrar Amor y Esperanza en sus corazones. Amén.

Reza 3 Salves con la jaculatoria: “María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros”.

Acordaos, oh, piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de ti. Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh, Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana. No deseches mis humildes súplicas, oh, Madre del Verbo divino, antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén.


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