San Leandro de Sevilla

San Leandro de Sevilla,
Obispo

• 13 de noviembre

San Leandro es uno de los grandes santos de la antigüedad española. Nació en Cartagena (Murcia) entre los años 536 y 540. Su familia vivió una fe dividida: su padre era católico, mientras que su madre pertenecía al arrianismo, una corriente que negaba la divinidad de Jesús y que estaba muy extendida en ese tiempo en España.

Una familia que huyó… y encontró su camino

Cuando Leandro era niño, los bizantinos invadieron su región, destruyendo todo a su paso. Su familia tuvo que escapar rápidamente en el año 554 y se trasladó a Sevilla, donde finalmente se establecieron.

Al llegar a Andalucía, la madre de Leandro abrazó la fe católica, uniéndose así a su esposo e hijos. Después de la muerte de sus padres, Leandro, siendo el mayor, asumió la responsabilidad familiar… ¡y vaya que lo hizo bien! Sus tres hermanos también llegaron a ser santos:

• San Isidoro, quien sería arzobispo de Sevilla después de él
• San Fulgencio, obispo de Écija
• Santa Florentina, abadesa

De monje tranquilo… a arzobispo por llamada de Dios

Aunque Leandro buscó una vida de paz y oración en un monasterio, el plan de Dios era diferente. No pasó mucho tiempo antes de que fuera elegido arzobispo de Sevilla. Su misión era clara: fortalecer la fe católica en un tiempo en que el arrianismo seguía siendo fuerte en la región. Leandro trabajó con sabiduría y dedicación para explicar la verdad de la fe. Así logró algo enorme: la conversión al catolicismo de Hermenegildo, hijo del rey, con la ayuda de su esposa. Sin embargo, esto provocó la ira del rey, quien encarceló a su hijo y desterró a Leandro.

Amistades que cambian la historia

Durante su exilio, Leandro conoció nada menos que a San Gregorio Magno, futuro Papa. Nació entre ellos una gran amistad y Leandro lo animó a escribir sus famosos sermones. Años después, Gregorio recordaría con afecto a su amigo español.

Regreso triunfal y legado duradero

Cuando el rey Leovigildo estaba cerca de la muerte, se convirtió al catolicismo, abriendo el camino para el regreso de Leandro a Sevilla. Como líder de la Iglesia en España, convocó reuniones de obispos y, en el año 598, presidió el III Concilio de Toledo, donde se celebró oficialmente la conversión del reino visigodo al catolicismo gracias al rey Recaredo.

Un final glorioso

San Leandro falleció el 13 de mayo del año 599. Su vida y su misión lo convirtieron en una de las figuras más brillantes de la antigua España, dejando una huella profunda en la Iglesia y en la historia del cristianismo.