San Juan de Ribera

San Juan de Ribera,
Obispo

  • 14 de enero

San Juan de Ribera nació en Sevilla, el 20 de marzo de 1533, en una familia noble y respetada. Su padre llegó a ser virrey de Cataluña y de Nápoles. Tras la temprana muerte de su madre, fue él quien cuidó personalmente de la educación del pequeño Juan, poniendo a su disposición maestros particulares que pronto notaron en él una inteligencia especial y una fuerte inclinación al estudio. Con este buen pronóstico, su padre decidió enviarlo a la prestigiosa Universidad de Salamanca.

Tiempo de estudio en Salamanca

En Salamanca, Juan destacó por su dedicación seria y responsable. Además de estudiar con empeño, se entregaba a la oración y a la ayuda a los pobres. A diferencia de otros estudiantes, evitaba las travesuras y distracciones, manteniendo siempre una conducta ejemplar. Su vida de oración era tan intensa que a veces pasaba noches sin dormir y comía muy poco. Al enterarse de su aparente debilidad física, su padre decidió llamarlo de vuelta a Sevilla.

Descubrimiento de su vocación

De regreso en su ciudad natal, su vocación sacerdotal floreció plenamente. Ingresó al seminario, obtuvo el título de Bachiller en Artes en 1554 y fue ordenado sacerdote en 1557. Desde entonces, se entregó por completo a Dios: dedicaba largas horas a la oración, al estudio de la teología, a la celebración de la misa y al ministerio del confesionario.

Su servicio como obispo de Badajoz

Las virtudes de Juan pronto llegaron a oídos del rey Felipe II, quien propuso al Papa San Pío V que lo nombrara obispo de Badajoz. Aunque Juan no se consideraba digno, obedeció. Tenía apenas 29 años. En Badajoz se destacó por su cercanía pastoral: visitaba parroquias, animaba a los sacerdotes, predicaba con fuerza y ayudaba a los pobres, incluso vendiendo su propia vajilla para apoyar a familias necesitadas.

Arzobispo de Valencia y legado

Su bondad y entrega llamaron nuevamente la atención en Roma. Seis años después, fue nombrado Arzobispo de Valencia y Patriarca de Antioquía. En Valencia continuó su intenso trabajo pastoral: recorrió las parroquias, impulsó la vida espiritual, visitó hospitales y dedicó largas horas a la oración. Fundó el Colegio del Patriarca, una institución destinada a la formación de sacerdotes y a la promoción del culto a la Eucaristía, que aún existe hoy.

Santidad reconocida

San Juan de Ribera murió con fama de gran santidad el 6 de enero de 1611. Su vida ejemplar fue reconocida oficialmente cuando el Papa San Juan XXIII lo canonizó el 12 de junio de 1960.


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