San Silvestre I

San Silvestre I,
Papa

• 31 de diciembre

Aunque su nombre suena mucho el 31 de diciembre, la fiesta de fin de año no está directamente relacionada con este santo. Sin embargo, su memoria permanece viva porque su fiesta coincide con el último día del calendario.

Lo poco que sabemos de su vida

No tenemos muchos detalles sobre su historia personal, pero sí conocemos el contexto de su época. Y, sin duda, él tuvo mucho que ver en los grandes acontecimientos que vivió la Iglesia entonces.

Elegido para tiempos de esperanza

San Silvestre fue elegido Papa el 31 de enero del año 314, tras la muerte de San Melquiades. Le tocó guiar a la Iglesia en una etapa privilegiada: los cristianos acababan de obtener libertad tras durísimas persecuciones, gracias al emperador Constantino.

Un emperador aliado de la Iglesia

Constantino no solo permitió la libertad cristiana, sino que quiso apoyar a la Iglesia en todo lo posible. Escuchaba al Papa y a sus consejeros, como Osio de Córdoba, convencido de que la unidad de la fe también traería unidad a su imperio.

Defendiendo la fe frente a errores

Antes de su pontificado ya habían surgido herejías, como el donatismo y el arrianismo, que ponían en peligro la unidad de la Iglesia. Constantino ayudó a convocar el Concilio de Nicea, donde los representantes del Papa Silvestre firmaron la defensa de la verdadera fe frente a estas doctrinas erróneas.

Grandes obras para la Iglesia

El emperador también impulsó grandes construcciones cristianas. Tras fundar Constantinopla, entregó su palacio de Roma al Papa Silvestre, quien mandó construir la basílica de San Juan de Letrán, hoy catedral de Roma. Además, bajo su tiempo se levantaron basílicas como San Pedro, Santa Cruz y San Lorenzo.

Final de su vida y legado

San Silvestre murió el 31 de diciembre del año 335 y fue enterrado en el cementerio de Priscila. Años después, en 731, sus reliquias fueron trasladadas a una basílica dedicada a él. Es uno de los primeros santos no mártires, recordado por su papel en la paz y fortalecimiento de la Iglesia.