San Edmundo Campion y compañeros

San Edmundo Campion y compañeros,
Mártires

  • 01 de diciembre

Edmundo es el primero en la lista de un grupo de 30 mártires que dieron su vida por Dios durante la persecución religiosa que los protestantes ingleses llevaron a cabo contra los católicos entre 1584 y 1685.

Infancia brillante y grandes oportunidades

Nació en Londres en 1540. Desde pequeño destacó por su inteligencia y rapidez para aprender. Tanto así, que un sindicato de comerciantes decidió apoyar sus estudios, permitiéndole llegar a la Universidad de Oxford. Allí sobresalió por sus conocimientos y su manera de expresarse. Sin embargo, en ese tiempo había dejado de practicar su fe e incluso llegó a jurar obediencia a la reina en asuntos espirituales, como se exigía entonces.

Regreso a la fe y vocación

Movido por su deseo de ser profesor, comenzó a leer a los Santos Padres de la Iglesia, quienes explicaban con claridad la doctrina cristiana. Gracias a esas lecturas, descubrió que la verdad estaba en la fe católica y en 1572 decidió declararse católico para siempre. Debido a la persecución religiosa, tuvo que huir a Francia, donde estudió teología. Allí sintió un fuerte llamado a la vida religiosa y en abril de 1573 ingresó a la Compañía de Jesús en Roma.

Misión en Inglaterra

Tras completar sus estudios en Austria y ser ordenado sacerdote en 1578, fue enviado a la misión de Inglaterra. Llegó a Londres de manera secreta y comenzó a servir a los católicos que vivían ocultos. Con valentía, escribió un pequeño libro titulado «Diez razones», defendiendo la verdad de la fe católica. Su obra se difundió rápidamente y esto provocó que fuera aún más buscado por las autoridades.

Captura y testimonio de fe

Un día, mientras celebraba misa en secreto, fue traicionado por Jorge Eliot y capturado por los soldados. Lo encarcelaron en la Torre de Londres y le ofrecieron libertad si renunciaba a su fe y obedecía a la reina. Edmundo no cedió.

Junto a siete compañeros, fue juzgado injustamente y condenado a muerte. Antes de ser ejecutado, perdonó al hombre que lo traicionó. Ese perdón tocó el corazón de Jorge Eliot, quien más tarde se convirtió al catolicismo.

Un santo para la Iglesia

Edmundo fue canonizado el 25 de octubre de 1970 por el Papa Pablo VI, y hoy es recordado como un valiente testigo de la fe.


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