Dedicación de las basílicas de san Pedro y san Pablo

Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo

• 18 de noviembre

Hoy celebramos algo muy parecido a lo que vimos el 9 de noviembre. Aquella fecha estaba dedicada a la Basílica de San Juan de Letrán; ahora, honramos la Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo. Son dos templos enormes y súper importantes en Roma, construidos en honor a los dos grandes apóstoles.

Dónde están y por qué son importantes

Cada basílica fue levantada justo donde, según la tradición, fueron martirizados San Pedro y San Pablo. Desde los primeros años del cristianismo, los fieles quisieron marcar estos lugares sagrados con pequeñas capillas, como un homenaje de amor y fe.

Constantino y el sueño de dos grandes templos

Todo cambió en el año 313, cuando el emperador Constantino permitió la libertad religiosa a los cristianos. ¡Y no solo eso! Él mismo inició la construcción de dos enormes iglesias para honrar a Pedro y Pablo. Fueron verdaderas obras maestras de la época.

La Basílica de San Pedro

Con el paso de los siglos, la basílica original dedicada a San Pedro se quedó pequeña. Así que en el siglo XVI se construyó la impresionante Basílica de San Pedro que hoy conocemos: la iglesia más grande del mundo. Allí el Papa celebra las fiestas más importantes, y miles de fieles se reúnen para grandes eventos como canonizaciones y concilios. Seguro la has visto más de una vez en fotos o en televisión, con esa gran plaza que parece abrazar a todos los peregrinos.

La Basílica de San Pablo

La basílica dedicada a San Pablo también fue creciendo con el tiempo, pero sufrió una tragedia: en 1823 un incendio la destruyó por completo. Gracias a la dedicación del Papa León XII, fue reconstruida, y hoy es cuidada con mucho cariño por los Padres Benedictinos, quienes viven en el monasterio junto a ella.

Agradecimiento a dos gigantes de la fe

Estas dos basílicas fueron consagradas a Dios en días distintos, pero de tanta importancia que celebramos su dedicación juntas. San Pedro, primer Papa, guió con firmeza los inicios de la Iglesia. San Pablo, incansable misionero, llevó el mensaje de Jesús por muchas tierras.

Hoy damos gracias por su vida y misión, y les pedimos que sigan cuidando y guiando a la Iglesia entera.