San Juan Leonardi,
Sacerdote
- 09 de octubre
San Juan Leonardi nació en 1541 en Diccimo, Italia, y fue el séptimo hijo de Santiago Leonardi y Juana Lippi. De niño estudió en la escuela parroquial y luego se trasladó a Lucca para estudiar Farmacia. Allí encontró un grupo de jóvenes cristianos guiados por los dominicos, dedicados a la oración, formación, enseñanza del catecismo y servicio a los enfermos. Juan, atraído por su espíritu de servicio, se unió con entusiasmo.
Una llamada inesperada
El dominico que guiaba al grupo, el Padre Bernardini, vio en Juan una auténtica vocación sacerdotal. Aunque dejar la farmacia le costó muchísimo, Juan respondió con valentía al llamado de Dios e ingresó al seminario. Finalmente, el 6 de enero de 1571 celebró su primera misa, lleno de emoción y agradecimiento.

Un apóstol del catecismo
Su obispo lo envió a la iglesia de San Juan en Lucca, donde Juan se dedicó especialmente al sacramento de la reconciliación y a enseñar catecismo. Su dedicación dio frutos rápidamente: los niños formaban grupos enormes para escucharlo. Debido a su éxito, el obispo le pidió enseñar catecismo en todas las iglesias de la ciudad. Como era imposible hacerlo solo, escribió un pequeño manual con la doctrina cristiana para que otros catequistas pudieran ayudar.
Un fundador con visión
Viendo la necesidad, Juan fundó la Compañía de la Doctrina Cristiana, un movimiento juvenil dedicado a la formación religiosa, aprobado luego por el Papa Clemente VIII y que se difundió por toda Italia.
Más tarde fundó una congregación sacerdotal, la Fraternidad de Sacerdotes Reformados de la Santísima Virgen, aprobada oficialmente por la Iglesia. Sin embargo, no todo fue fácil: surgieron críticas y acusaciones, y Juan tuvo que afrontar momentos difíciles defendiendo su obra y acompañando a otros fundadores.
Educador para las misiones
El trabajo catequético de Juan fue tan reconocido que decidió fundar en Roma un colegio para preparar futuros misioneros. Su objetivo era claro: formar evangelizadores que supieran transmitir la fe con claridad y amor en tierras lejanas. Este colegio continúa existiendo hoy.
Un legado que perdura
San Juan Leonardi murió en Roma el 8 de octubre de 1609, reconocido por su santidad y entrega. Años más tarde, el 17 de abril de 1938, el Papa Pío XI lo canonizó oficialmente. Su vida nos inspira a servir con pasión, educar con amor y confiar en que los sueños de Dios para nosotros siempre son más grandes que los nuestros.
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