Existe la costumbre popular de «la visita de María Auxiliadora». Esto consiste en una capillita o una imagen de María Auxiliadora, que va pasando por las casas una vez al mes.
Como ves, es una devoción muy sencilla. Recibir la visita de la Virgen es una ocasión para que la familia se reúna a rezar antes de acostarte, o en otro momento en que puedan estar todos juntos.
Los padres pueden decir cosas bonitas a los hijos o a los nietos sobre la Virgen y, aprovechar también, para aprender fórmulas de oraciones marianas y recitarlas con toda la familia.
Se puede hacer algo especial también, como una comida especial, el día que la Virgen llega a la casa pues, la presencia de la Virgen María en un hogar es una gracia. La Virgen nos ayuda a recordar muchas cosas que se nos pueden olvidar.
En realidad, «la visita de María Auxiliadora», es una catequesis sin libro; es una catequesis que la propia Virgen nos da cuando nos hace pensar en Jesús y en cómo estamos viviendo nuestra vida cristiana, personal y familiar.
Te comparto una bonita oración que puedes recitar al momento de recibir a María Auxiliadora en tu hogar:
Hoy has visita nuestra casa y tu presencia nos ha alegrado, y nos ha hecho recordar que somos un hogar cristiano.
Te pedimos, Madre Auxiliadora, que bendigas y alientes a cada uno de los miembros de nuestra familia en este momento de la vida en que: (nombrar uno a uno a los miembros de la familia presentes o ausentes, y pedir algo especial para cada uno).
Mantennos unidos en el amor, mantennos en la fe, y danos sabiduría para vivir según el Evangelio de Jesús, tu Hijo, que vive por los siglos de los siglos. Amén.
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