San Francisco de Borja

San Francisco de Borja,
Sacerdote

• 03 de octubre

Francisco de Borja nació el 28 de octubre de 1510 en Gandía (Valencia, España), dentro de una familia noble: su padre era duque de Gandía y su madre, doña Juana de Aragón, nieta del rey Fernando el Católico.

Recibió una esmerada educación de los mejores maestros y estudió en prestigiosas universidades. Desde niño destacó por su fe, su amor a la Eucaristía y su devoción a la Virgen María.

En la Corte del Emperador

El emperador Carlos I pidió que Francisco fuera llevado a la corte, donde se convirtió en compañero de sus hijos. Posteriormente recibió cargos de gran responsabilidad, misiones diplomáticas en Portugal y el título de Marqués de Llombay.

Se casó con doña Leonor de Castro, con quien tuvo un matrimonio feliz y ocho hijos (cinco varones y tres mujeres). Muy querido en la corte, su vida dio un giro decisivo tras la muerte de la emperatriz: al reconocer su cuerpo sin vida, pronunció la célebre frase: «No quiero servir más a señor que se pueda morir»

Decisión por Dios

Tras la muerte de su esposa en 1546, Francisco buscó entregarse totalmente a Dios. Con la guía de San Ignacio de Loyola, ingresó en la Compañía de Jesús y fue ordenado sacerdote. Su entrega fue tal que llegó a ser elegido General de los Jesuitas, gobernando con firmeza y dulzura. Fundó colegios, universidades y casas religiosas, consolidando la obra iniciada por Ignacio. También fue enviado por el Papa San Pío V en delicadas misiones diplomáticas por Europa.

Modelo de Vida Cristiana

Francisco de Borja fue admirado como un ejemplo de oración, penitencia y profunda devoción a la Eucaristía y a la Virgen María. Murió en Roma, el 30 de septiembre de 1572, con fama de santidad. Fue canonizado por el Papa Clemente X el 12 de abril de 1671.