San Nicolás de Tolentino

San Nicolás de Tolentino,
Religioso

  • 10 de septiembre

Aunque nunca salió de su región natal, san Nicolás de Tolentino es conocido y querido en muchas partes del mundo. Ciudades tan distantes como Venecia, Florencia, Nápoles, Amberes, Lima, México y Manila lo veneran como patrono.

Infancia y vocación

San Nicolás nació en Sant’Angelo in Pontano (Italia) en 1245. Sus padres lo llamaron así en honor a san Nicolás de Bari, a quien habían pedido el don de un hijo. A los 12 años entró en un convento de ermitaños, que luego se uniría a los agustinos. Con el tiempo, sintió el deseo de consagrarse totalmente a Dios y el 4 de marzo de 1261 profesó como fraile agustino. Fue ordenado sacerdote en 1270 por san Bienvenido.

Su misión en Tolentino

Cinco años después de su ordenación, fue enviado a Tolentino, un pueblo pequeño que se haría grande por haber sido su hogar. Allí se entregó completamente a la gente:

  • Confesaba incansablemente.
  • Predicaba sobre la fe y las buenas costumbres.
  • Enseñaba catecismo a los niños.
  • Pedía limosna para el convento y para los pobres.

Todo lo hacía con alegría y cercanía, convirtiéndose en un verdadero pastor para su pueblo.

Vida de oración y sacrificio

San Nicolás era un hombre de profunda oración. Pasaba largas horas ante el Señor, dormía poco, comía con austeridad y compartía lo que tenía con los necesitados. Sus penitencias las ofrecía por los pecadores, y su vida sencilla estaba llena de amabilidad con todos, sin distinción de ricos o pobres.

Su partida al cielo

Al presentir que su hora estaba cerca, se preparó con serenidad. Murió el 10 de septiembre de 1305, a los 60 años. Muy pronto su sepulcro se convirtió en lugar de peregrinación, y hasta hoy multitudes acuden a Tolentino para pedir su intercesión.

El proceso de canonización comenzó pronto, aunque se completó el 5 de junio de 1446. En 1926, sus restos fueron depositados en la iglesia dedicada a él en Tolentino, donde sigue siendo recordado como el santo de la esperanza y de la paz.

Bibliografía
Requena, Miguel Ángel (2009). Los santos, un amigo para cada día. Editorial EDIBESA.


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