San José, Hijo de David, que como fiel cumplidor de la voluntad de Dios hiciste lo que te dictó el Ángel del Señor; san José, hombre justo lleno de amor que inspirado en el amor gratuito de Dios te hiciste custodio fiel de la Virgen María y el Niño Jesús.
Modelo de padre y esposo y patrón de la Iglesia Universal, llamado “santo del silencio” pues no se conocen tus palabras, tan solo tus excepcionales obras, tus actos de fe y esperanza y caridad, tu incondicional amor, y tu especial protección como encargado de la dicha, tranquilidad y bienestar de tu Sagrada Familia.
Bendito san José, varón prodigioso escogido de Dios para ser el esposo de María Santísima y hacer las veces de padre de Jesús en la tierra, tú que recibiste extraordinarias gracias que tienes un corazón puro y bondadoso, que sufriste junto a María por las necesidades de tu hogar, y que pasaste por grandes y graves dificultades, acógeme bajo tu patrocinio, dame tu singular protección y escucha mis peticiones.
San José, protector de atribulados y de los moribundos, ruega por nosotros.
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