Don Bosco es ordenado sacerdote.

Desde pequeño, Juan Bosco tenía un fuerte deseo de ser sacerdote y dedicar su vida a trabajar para el Señor. El 18 de abril de 1834 ingresó al Convento de los franciscanos, pero poco tiempo después decidió retirarse debido a un sueño que tuvo en el que veía a varios frailes que lo desaconsejaban y le recomendaban que se saliera.

Fue gracias a la orientación que le dio el padre José Cafasso y el padre Cinzano, que Juan ingresó al Seminario Diocesano de Chieri el 30 de octubre de 1835, tenía 20 años. A los mejores alumnos del seminario les entregaban un premio de 60 francos, el cual Juan ganó durante todos los años que estuvo allí con lo cual pudo pagar sus estudios.

Poco a poco, llegó a ser modelo de seminaristas, excelente compañero, alegre y siempre dispuesto a prestar cualquier servicio. Una de sus más notables características es que buscaba la comunión diaria, aunque ello le significara sacrificar el desayuno para poder asistir a la iglesia de San Felipe. Durante su estancia en el seminario, resalta la profunda y sincera amistad que sostuvo con Luis Comollo, quien murió prematuramente en 1839.

El 29 de marzo de 1841 es ordenado diácono e inmediatamente comienza a pensar más seriamente en el sacerdocio. ¿Qué clase de sacerdote será? En los ejercicios espirituales de preparación escribe en un cuaderno sus propósitos. Entre ellos se lee el siguiente: «La caridad y la dulzura de san Francisco de Sales me acompañarán siempre».

El 5 de junio de 1841, Don Bosco es ordenado sacerdote. La ceremonia se realizó en una capilla privada de la Iglesia de la Inmaculada Concepción y fue presidida por Monseñor Luis Fransoni, arzobispo de Turín.


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