📖 Evangelio.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (9, 30-37)
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”.
Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?” Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”.
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
🕯 Reflexión – La grandeza de los pequeños.
Las divisiones entre los cristianos, mientras hieren a la Iglesia, hieren a Cristo. Y nosotros divididos hacemos una herida a Cristo. De hecho, la Iglesia es el cuerpo del que Cristo es la cabeza. Sabemos bien cuanto estaba en el corazón de Jesús que sus discípulos permanecieran unidos en su amor. Basta pensar en sus palabras que aparecen en el capítulo diecisiete del Evangelio de Juan, la oración dirigida al Padre en la inminencia de su Pasión: “Padre santo, cuídalos en tu nombre, los que me has dado, para que sean una sola cosa, como nosotros”.
Esta unidad ya estaba amenazada mientras Jesús estaba aún entre los suyos: en el Evangelio, de hecho, se recuerda que los apóstoles discutían entre ellos quién era el más grande, el más importante. Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo los exhorto a que se pongan de acuerdo: que no haya divisiones entre ustedes y viva en perfecta armonía, teniendo la misma manera de pensar y de sentir.
🤲 Oración.
Padre, danos tu Espíritu Santo para entender que si el Hijo del hombre va a ser entregado es porque lo importante no es buscar ser el primero, sino ser el servidor de todos.
Perdón por las veces que hemos buscado puestos de honor, olvidando a lo que Jesús quiere que sean lo único importante: los pequeños. Amén.
Buenos días =)
San Juan Bosco, ruega por nosotros.
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