Lunes, 20 de mayo de 2024

📖 Evangelio.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos (9, 14-29)

En aquel tiempo, cuando Jesús bajó del monte y llegó al sitio donde estaban sus discípulos, vio que mucha gente los rodeaba y que algunos escribas discutían con ellos. Cuando la gente vio a Jesús, se impresionó mucho y corrió a saludarlo. Él les preguntó: “¿De qué están discutiendo?”.

De entre la gente, uno le contestó: “Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu que no lo deja hablar; cada vez que se apodera de él, lo tira al suelo y el muchacho echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. Les he pedido a tus discípulos que lo expulsen, pero no han podido”. Jesús les contestó: “¡Gente incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho”. Y se lo trajeron. En cuanto el espíritu vio a Jesús, se puso a retorcer al muchacho; lo derribó por tierra y lo revolcó, haciéndolo echar espumarajos. Jesús le preguntó al padre: “¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?” Contestó el padre: “Desde pequeño. Y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él. Por eso, si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos”.

 Jesús le replicó: “¿Qué quiere decir eso de ‘si puedes’? Todo es posible para el que tiene fe”. Entonces el padre del muchacho exclamó entre lágrimas: “Creo, Señor; pero dame tú la fe que me falta”. Jesús, al ver que la gente acudía corriendo, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: “Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Sal de él y no vuelvas a entrar en él”. Entre gritos y convulsiones violentas salió el espíritu. El muchacho se quedó como muerto, de modo que la mayoría decía que estaba muerto. Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó y el muchacho se puso de pie. Al entrar en una casa con sus discípulos, éstos le preguntaron a Jesús en privado: “¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?” Él les respondió: “Esta clase de demonios no sale sino a fuerza de oración y de ayuno”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Parroquia El Espíritu Santo, Las Charcas, Salesiano, Salesianos Guatemala, Evangelio del Día,

🕯 Reflexión – Todo es posible para el que cree.

La lectura del evangelio de hoy sitúa el relato a continuación del texto de la transfiguración, dónde Jesús ha revelado su gloria a tres de sus discípulos (Pedro, Santiago y Juan). La curación del “endemoniado” va a poner el acento no tanto en el hecho de la sanación como en las enseñanzas que se desprenden para la comunidad. Tras la queja contra la generación incrédula, la fe se convierte en el tema central. La observación del padre desesperanzado: “pero si tú puedes algo…” la recoge Jesús que advierte: “Todo es posible para el que cree”.

El hombre que ha comprendido lo que Jesús le dice, exclama inmediatamente: “¡Creo! ¡Ayúdame tú en mi falta de fe!”. De este modo, la respuesta del padre que ocupa un lugar central en este episodio, es la voz de tantos creyentes que hoy piden a Jesús: Ayuda mi poca fe. Se nos muestra cómo ha de ser la actitud del discípulo que, a pesar de sus límites y dudas, quiere ser fiel. Mirando nuestra vida, puede ser que nuestra fe sea aún pequeña, pidamos hoy con sinceridad a Jesús: ¡Aumenta mi fe!

🤲 Oración.

Padre, danos tu Espíritu Santo para comprender el misterio de la cruz, del dolor, de la muerte y de la resurrección de tu Hijo y cómo por este misterio tú nunca dejarás en el abandono a ninguno de tus hijos, sino que los haces fecundos en el amor al prójimo y en el servicio a los hermanos. Amén.

Buenos días =)

Santo Domingo Savio, ruega por nosotros.


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