Miércoles, 10 de abril de 2024

📖 Evangelio.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (3, 16-21)

“Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios. La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para que sus obras no se descubran. En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Parroquia El Espíritu Santo, Las Charcas, Salesiano, Salesianos Guatemala, Evangelio del Día,

🕯 Reflexión – Dios mandó a su Hijo para salvar al mundo.

Las palabras dirigidas por Jesús a Nicodemo: “Dios, amó tanto al mundo, que dio a su Hijo unigénito”. Escuchando esta Palabra, dirigimos la mirada de nuestro corazón a Jesús Crucificado, y sentimos dentro de nosotros que Dios nos ama de verdad, y ¡nos ama mucho! Esta es la expresión más sencilla que resume todo el Evangelio, la fe, la teología: Dios nos ama con amor gratuito y sin límites. Así nos ama Dios. San Pablo recuerda: “Pero Dios, que es rico en misericordia, no olvidarlo nunca, por el gran amor con que nos amó, precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo”.

La Cruz de Cristo es la prueba suprema del amor de Dios por nosotros: Jesús nos ha amado “hasta el extremo”, es decir, no solo hasta el último instante de su vida terrena, sino hasta el extremo límite del amor. Si en la creación el Padre nos ha dado la prueba de su amor inmenso dándonos la vida, en la Pasión de su Hijo nos ha dado la prueba de las pruebas: ha venido a sufrir y morir por nosotros. Y esto por amor. Así de grande es la misericordia de Dios, porque nos ama, nos perdona con su misericordia, Dios perdona todo y Dios perdona siempre.

🤲 Oración.

Padre, que, con todo el impulso que proviene de tu Espíritu Santo, podamos proclamar al mundo que Dios envió a su Hijo al mundo para que este se salve por Él, que no quieres su destrucción ni su condenación, que has mostrado cuánto amas al mundo al entregarle a tu único Hijo, a Jesús de Nazaret. Amén.

Buenos días =)


Descubre más desde Parroquia El Espíritu Santo

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.