Oh, Jesús, sabemos que Tú eres manso y humilde de corazón y que has ofrecido este corazón por nosotros. Está coronado de espinas por nuestros pecados. Sabemos que Tú pides, también hoy, para que no nos perdamos.
Oh, Jesús, acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado. Por medio de tu Corazón Sacratísimo haz que todos los hombres nos amemos y desaparezca el odio entre nosotros. Muéstranos tu amor. Nosotros te amamos y deseamos que, con tu Corazón de Buen Pastor, nos protejas de todo pecado.
¡Entra en todos los corazones oh, Jesús!
Llama, llama a cada puerta. Sé paciente y perseverante. Nosotros todavía nos mantenemos cerrados porque no hemos comprendido tu voluntad. Llama continuamente y haz, oh, buen Jesús, que te abramos nuestro corazón, al menos, en el momento en que recordemos tu Pasión sufrida por nosotros. Amén.
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