Santa Águeda,
Virgen y Mártir
- 05 de febrero
El culto a Santa Águeda, la mártir de Catania, es tan antiguo que se remonta al siglo V. Imagina, ya en esa época el Papa Simmaco le dedicó una basílica. De hecho, se cree que San Gregorio Magno fue quien incluyó su nombre en el Canon de la Misa. Aunque es super popular, especialmente en Sicilia, los datos históricos exactos que tenemos sobre ella son muy escasos.
Historia, Leyendas y una Fe Inquebrantable
Sabemos con certeza que nació y fue martirizada en Catania, pero la mayoría de los otros relatos provienen de tradiciones populares. Aun así, estas historias no carecen de verdad, y nos cuentan que Águeda era de una familia noble y adinerada. Su riqueza y belleza llamaron la atención del cónsul Quinciano, quien quiso casarse con ella. Pero ella ya le había prometido su vida a otro: a Cristo. El cónsul no se rindió y hasta recurrió a una especie de bruja llamada Afrodisia, pero la fe de la joven fue tan fuerte que la bruja se dio por vencida.

El Amor se Vuelve Odio
Frustrado, Quinciano dejó de lado el amor y se llenó de odio. Trató de asustar a Águeda, pero ella no se dejó intimidar. Al ver que las amenazas no funcionaban, la hizo torturar de forma brutal. Se cuenta que, en un momento, ella le dijo: «Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?».
La Protectora de Catania
Finalmente, su vida terminó al ser quemada viva. Por esta razón, la ciudad de Catania la invoca como protectora contra la lava del volcán Etna. La tradición cuenta que, un año después de su martirio, alrededor del año 250, el volcán detuvo milagrosamente una erupción, un acto que muchos atribuyen a la intercesión de Santa Águeda.
Bibliografía
Requena, Miguel Ángel (2009). Los santos, un amigo para cada día. Editorial EDIBESA.
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