Nuestra Señora de Suyapa

Nuestra Señora de Suyapa,
Patrona de Honduras

  • 03 de febrero

La Virgen de Suyapa es la advocación mariana más querida de Honduras y fue proclamada Patrona del país en 1925 por el Papa Pío XI. Su nombre proviene de un vocablo indígena que significa «agua de palmeras». La pequeña imagen, de apenas 6.5 cm de alto, es conocida cariñosamente como «La Morenita».

El hallazgo en 1747

La tradición cuenta que, en 1747, el campesino Alejandro Colindres encontró la diminuta estatuilla en el campo del Piligüín, cerca de Tegucigalpa. Durante la noche, algo le incomodaba al dormir; al revisar descubrió que se trataba de una pequeña talla de madera que representaba a la Virgen María. La llevó a su casa y desde entonces comenzó la devoción.

Con el paso de los años, las familias empezaron a visitar el humilde altar donde estaba la imagen. El primer milagro reconocido fue la curación de José Zelaya Midence, enfermo de cálculos renales. En agradecimiento, mandó a construir una ermita en 1777, que se convirtió en el primer santuario de la Morenita.

Patrona de Honduras y su fiesta

El Papa Pío XI declaró oficialmente a la Virgen de Suyapa como Patrona de Honduras en 1925. Desde entonces, su fiesta principal se celebra cada 3 de febrero, cuando miles de peregrinos llegan de todo el país y Centroamérica para honrarla con procesiones, misas y cantos.

Con el crecimiento de la devoción, la pequeña ermita no fue suficiente. En 1954 se colocó la primera piedra de la actual Basílica de Nuestra Señora de Suyapa, uno de los templos más grandes de Centroamérica. En 2015, el Papa Francisco le otorgó el título de Basílica Menor, confirmando su importancia para la Iglesia universal.

Un símbolo de fe y de identidad nacional

La Virgen de Suyapa no solo es venerada por los católicos como Madre espiritual, sino también como un símbolo de unidad e identidad hondureña. Incluso el Papa San Juan Pablo II, en su visita de 1983, destacó el cariño y la confianza del pueblo hondureño en María. Hoy, la devoción se mantiene viva tanto en Honduras como en otros países donde existen réplicas de su imagen, incluso en el Vaticano.

Bibliografía
Requena, Miguel Ángel (2009). Los santos, un amigo para cada día. Editorial EDIBESA.


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