Santos Fabián y Sebastián,
Papa y Mártir; Soldado y Mártir
- 20 de enero
San Fabián fue el Papa número 21 de la Iglesia, en el siglo III. Ocupó la sede de Roma durante catorce años, un período largo para aquella época de persecuciones. Como buen pastor, organizó la vida de la Iglesia nombrando diáconos y subdiáconos, y mandó construir las catacumbas de San Calixto como cementerio digno para los cristianos.
Con gran valentía defendió la fe incluso frente al emperador Decio, quien desató una dura persecución contra los cristianos. En ella, el Papa Fabián fue arrestado, torturado y martirizado. La noticia de su muerte llegó a toda la Iglesia gracias a San Cipriano de Cartago.

San Sebastián, soldado de Cristo
Contemporáneo de San Fabián, San Sebastián nació según unas tradiciones en Narbona (Francia) y según otras en Milán (Italia). Llegó a ser capitán de la guardia del emperador romano, y desde ese puesto ayudaba en secreto a los cristianos perseguidos: les llevaba alimento, ropa y acompañaba a los sacerdotes que les administraban los sacramentos.
Descubierto y denunciado, confesó abiertamente su fe en Cristo y fue condenado a morir a flechazos. Aunque lo dieron por muerto, sobrevivió malherido y fue cuidado por Santa Irene, quien curó sus heridas.
Un testimonio de firmeza y fe
Tras recuperarse, Sebastián pudo huir, pero prefirió permanecer en Roma para seguir animando a los cristianos. El emperador Diocleciano lo mandó detener de nuevo y le ofreció recuperar su cargo si renegaba de su fe. Sebastián se mantuvo firme y fue condenado a morir a latigazos, logrando así la corona del martirio.
Fue enterrado en unas catacumbas que luego llevaron su nombre: Catacumbas de San Sebastián, donde más tarde se construyó una gran iglesia en su honor. Hoy, San Sebastián es uno de los santos más conocidos y venerados en todo el mundo.
Descubre más desde Parroquia El Espíritu Santo
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
