San Martino de León

San Martino de León,
Sacerdote

• 12 de enero

En su tierra de León lo conocen también como «Santo Martino». Nació alrededor del año 1130 en la ciudad de León. Siendo todavía niño perdió a su madre, y su padre, un hombre profundamente cristiano, decidió ingresar en el monasterio de San Marcelo. Llevó consigo a Martín, quien fue educado por los monjes. Allí aprendió latín, el canto litúrgico y el estudio de la Sagrada Escritura.

Una vida de peregrino

Tras la muerte de su padre, Martín dejó el monasterio y emprendió un largo viaje de penitencia, lo que entonces se llamaba una peregrinación. Visitó monasterios de Asturias y llegó hasta la tumba del apóstol Santiago en Compostela. Recorrió España a pie, deteniéndose en los lugares que más le impresionaban, y después viajó hasta Roma, donde pasó un tiempo dedicado a la oración.

Su camino continuó hacia santuarios dedicados a San Miguel y San Nicolás. Luego embarcó hacia Tierra Santa, donde pasó dos años cuidando enfermos en un hospital. También visitó Constantinopla y, en su regreso, estudió más de un año en París. Finalmente, en 1185 volvió a León, su hogar.

Vida en los monasterios y obra intelectual

Martín regresó al monasterio de San Marcelo, donde había crecido, y más tarde ingresó en el de San Isidoro, donde fue ordenado sacerdote. Comenzó entonces una intensa etapa de predicación y de estudio. Escribió comentarios de la Biblia y de los grandes santos, y promovió en España el estudio de un libro muy influyente en Europa: las «Sentencias» de Pedro Lombardo.

Hacia el final de su vida, una enfermedad le impedía escribir, por lo que dictaba sus obras a varios secretarios.

Fallecimiento y legado espiritual

Cuando sintió cercana la muerte, pidió recibir la comunión, a la que llamó «el mejor alimento para el viaje». Murió santamente el 12 de enero de 1203. Fue muy querido y venerado por la gente, y sus restos descansan en la iglesia de su monasterio, donde aún se conservan sus reliquias.