Beato Titus Zeman

Beato Titus Zeman,
Sacerdote

• 08 de enero

Titus Zeman nació el 4 de enero de 1915 en Vajnory, Eslovaquia. Su niñez estuvo llena de problemas de salud, hasta que, a los diez años, fue curado por intercesión de Nuestra Señora de los Dolores de Sastín. En gratitud, hizo una promesa: «Seré tu hijo para siempre».

Cuando los salesianos se hicieron cargo del Santuario, Titus decidió ser sacerdote junto a «su» Virgen. Aunque su familia al inicio se opuso, logró seguir su vocación y se convirtió en un salesiano alegre, buen profesor, deportista y fuerte de espíritu y cuerpo, capaz de soportar los años más duros de su vida.

El comunismo y la misión secreta

Tras la Segunda Guerra Mundial, los comunistas tomaron el poder en Checoslovaquia y comenzó una fuerte persecución contra la Iglesia. Las vocaciones religiosas estaban prohibidas. El padre Titus trazó un plan valiente: llevar en secreto a seminaristas y jóvenes religiosos desde Eslovaquia hasta Turín, pasando por Austria. Así podrían formarse y regresar cuando cayera el régimen comunista. Dos veces logró la misión con éxito, pero en abril de 1951, durante el tercer intento, fue detenido.

Prisión y sufrimiento

Acusado de espionaje y alta traición, quisieron condenarlo a muerte, pero temían que el pueblo lo venerara como mártir. En su lugar lo sentenciaron a 25 años de trabajos forzados y a perder todos sus derechos civiles. Entre sus penosos trabajos estuvo el manipular uranio radioactivo a mano, lo que acortó su vida. Tras 13 años de prisión fue liberado, aunque vivió bajo constante vigilancia policial. Incluso en su funeral, en enero de 1969, había espías presentes.

De la cruz a la gloria

Con la caída del comunismo, en 1991 fue proclamado inocente. Años después, el 30 de septiembre de 2017, el padre Titus Zeman fue beatificado en su tierra natal, ante su familia, su pueblo y hasta algunos de sus antiguos perseguidores que se habían convertido. Hoy es recordado como un héroe salesiano, ejemplo de fidelidad, valentía y amor a la Iglesia.