Insigne tu nombre, Domingo.

Insigne tu nombre, Domingo, «consagrado al Señor», desde niño fuiste testigo de grandes proezas de amor. Jugabas como cualquier niño, pequeñas cosas hacías, con donaire y gracia, y de gran sueño te adueñaste. Corta fue tu vida de adoración, a Jesús en la Cruz querías, y a María protección pedías, en profunda oración.

Don Bosco, tu maestro, te alentaba con alegría, al íntimo encuentro con el Dios Eucaristía. Conservaste sin claudicar, la pureza angélica, antes morir que pecar, es pos de vida benéfica.

Alcanzaste la perfección, con esmerada educación cristiana, y deseos de abnegación, a la santidad coronada. Amén.


Descubre más desde Parroquia El Espíritu Santo

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.