Santo Domingo Savio, santo niño.

Bendito Santo Domingo Savio, tú que fuiste hijo ejemplar, cariñoso y respetuoso con tus padres y hermanos; que fuiste siempre buen estudiante, educado, cariñoso y caritativo, en la escuela de Don Bosco. Te ganaste la confianza y simpatía de tus educadores, te sentiste hermano de tus compañeros, y con tu nueva familia iniciaste el camino de la santidad, te pedimos que atiendas las súplicas que hoy te hacemos.

Favorecido con los dones que Dios te dio, con oración, penitencia y devoción por la Virgen María, fuiste ejemplo para niños, jóvenes y mayores y con ellos compartiste amor, alegría y devoción.

Tú que con entrega y amor ayudaste a tantos, acuérdate, ahora que gozas en la Gloria junto al Señor, de los niños y los jóvenes, vigila sus vidas para que no se alejen de la virtud, dales aliento si desfallecen en los estudios, aléjalos de quien les puede dañar, protégelos ante cualquier adversidad, líbralos de malas compañías, y de quien por mal camino los quiera arrastrar. No loes dejes caer en tentaciones ni vicios, y sácalos de ellos sin tardar si es que, por malas influencias, o por dejadez, se han dejado llevar.

Santo Domingo Savio, modelo de niños, jóvenes y adultos, alivia las necesidades que hoy te presentamos; no dejes que padezcamos sufrimiento alguno, que no pasemos miserias ni enfermedades, sánanos si sufrimos enfermedad y dolor, confórtanos si decaemos; socórrenos si pasamos angustias, haz que no nos falte sustento, casa y educación.

Consigue que tengamos a nuestro alcance todo lo necesario para vivir con alegría. Danos amparo, ayuda y protección contra los ataques del maligno.

Glorioso Santo Domingo Savio, por la devoción que tuviste a la Virgen Inmaculada, por el amor que sentiste por nuestro Señor Jesús, concédenos lo que de corazón te solicitamos: (Haz la petición que deseas).

Santo Domingo, santo niño, ruega por nosotros, atiéndenos en nuestras necesidades y danos tu benéfica y protectora ayuda. Amén.

Santo Domingo Savio, ayúdanos a ser como tú.