La jaculatoria favorita de Don Bosco.

Juan Bosco era muy buscado por las personas cuando necesitaban de algún consejo o guía en algún tema en particular. Él con su especial carisma, siempre intentaba escuchar y, encomendándose siempre a la Virgen, trataba de dar un buen consejo.

Si nos remontamos un poco a la Italia de aquel entonces, era una época muy problemática; guerras, epidemia de cólera, luchas políticas en contra de la Iglesia, en fin, había demasiados conflictos a los que enfrentarse. Es por ello que Don Bosco solía llamar a María Auxiliadora «la Virgen de los tiempos difíciles». A todo aquel que se le acercara, Juan Bosco solía recomendarle que se encomendara a la Virgen María, porque ella era una poderosa intercesora; aconsejaba también acercarse a la confesión, pero, principalmente, participar de la Comunión.

Además de esto, Don Bosco solía repetir que, si queríamos conocer la poderosa intercesión de María, repitiésemos al día, cuantas veces quisiéramos, una pequeña jaculatoria: María, Auxilio de los Cristianos, rogad por nosotros.

Y acompañado de esta recomendación, repetía también unas sabias palabras: «Confía en María Auxiliadora y acércate a Jesús Sacramentado y verás lo que son los milagros». Por ello te invito en esta oportunidad a que repitas todos los días, una, dos, tres…las veces que lo necesites, esta jaculatoria y permitas que sea María Auxiliadora quien te vaya guiando en tu caminar para que llegues a Jesús.


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