Nueve primeros viernes de mes

Origen de la devoción

Jesús promete la gracia de la penitencia final, es decir, la salvación eterna, si comulgas nueve primeros viernes de mes seguidos. Podrás estar seguro de su compañía y protección en esta vida y en la eternidad.

Esfuérzate en no interrumpirlos. Si por alguna causa has dejado de comulgar un solo primer viernes, has de empezar otra vez.

Condiciones para alcanzar esta gracia

  1. Recibir la Sagrada Eucaristía, con la debida disposición (en estado de gracia), durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva (sin ninguna interrupción).
  2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
  3. Ofrecer cada Sagrada Eucaristía como acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.