El lunes 08 de diciembre, Proyecto Gabriel llevó a cabo su Convivio 2025, una celebración preparada con cariño para dar cierre a un año de acompañamiento, crecimiento y compromisos compartidos. Desde muy temprano, las madres participantes y las voluntarias se reunieron para vivir una mañana que combinó reflexión, comunidad y mucha alegría.
La jornada inició a las 8:30 a.m. con una prédica que invitó a mirar la propia historia con ojos de fe. El mensaje principal giró en torno a la llamada del Señor, que llega sin importar el pasado de cada uno. Tal como Zaqueo escuchó a Jesús y decidió «bajarse del árbol» para comenzar un camino nuevo, así también se hizo un llamado a dejarse encontrar por Dios, a confiar en Él aun cuando aparezcan pruebas, obstáculos o momentos de cansancio. La predicación generó un ambiente de serenidad y esperanza, recordando que el Señor nunca abandona a quienes se abren a su voz.
Luego de este espacio espiritual, las madres del proyecto y las voluntarias compartieron una refacción preparada para la ocasión. El ambiente se llenó de conversaciones, cercanía y sonrisas, reflejando esa atmósfera familiar y respetuosa que caracteriza toda casa salesiana. Fue un momento sencillo, pero profundamente significativo, porque permitió fortalecer lazos y dar gracias por lo vivido durante el año.
La mañana concluyó con la parte más esperada por los pequeños del proyecto: la tradicional ruptura de piñatas. Entre risas, gritos de emoción y carreras por recoger dulces, los niños dieron un toque vibrante y lleno de vida al convivio. Fue la despedida perfecta para una jornada que celebró la fe, la comunidad y la alegría de caminar juntos.
Así, Proyecto Gabriel cerró su ciclo 2025 reafirmando su misión de acompañar, sostener y brindar esperanza a cada familia que forma parte de esta obra.
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