Si bien es cierto que Don Bosco no dejó escrito un manual de cómo debemos vivir el Adviento, si que podemos inspirarnos en su espiritualidad para aplicarlo en esta época de preparación para el nacimiento de Jesús.
Él varios consejitos que encajan perfecto con el espíritu de este tiempo. Te los dejo así, bien claro y al grano:
- Hacer pequeñas cosas con mucho amor
Para Don Bosco, la santidad era estar contento y cumplir los deberes de cada día. En Adviento, esto se traduce en vivir lo cotidiano con intención: estudiar bien, trabajar con ánimo, ayudar en casa sin quejarse. Él decía que ahí se encuentra a Jesús.
- Preparar el corazón como quien prepara una casa
Le encantaba la imagen de «preparar una habitación para Jesús». Adviento es revisar qué estorba: malos hábitos, enojos, falta de perdón. Limpiar, ordenar y dejar espacio para lo que Dios quiera hacer.
- Ser alegría para los demás
Don Bosco insistía en que la alegría es señal de un corazón cerca de Dios. En Adviento, proponía ser luz: una palabra amable, un gesto de servicio, hacer que alguien más sonría.
- Ofrecer pequeños sacrificios
No para sufrir, sino para crecer. Tipo: menos celular, menos chisme, menos pereza. Él decía que cada pequeño sacrificio abre camino para cosas grandes.
- Rezar con sencillez
Adviento, según su estilo salesiano, se vive con oración breve pero constante: una jaculatoria, un Ave María, una visita rápida al Santísimo. No complicarse, pero sí ser fiel.







Descubre más desde Parroquia El Espíritu Santo
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
