Novena a los Dolores Internos del Sagrado Corazón de Jesús. Día 07

Señal de la cruz

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, ante vuestro afligidísimo y herido Corazón, tenéis a la criatura más miserable, ingrata, desagradecida, rebelde e indigna de estar en vuestra soberana presencia. Sí, Señor, aquí está esta criminal criatura, a quien tantas gracias habéis concedido, y ella tan mal os ha correspondido; mas vuestro tierno y compasivo corazón ha esperado tanto tiempo la vuelta de esta pródiga a las puertas de la casa de la misericordia.

Ea, pues, Señor, me tenéis a vuestros pies lleno de confusión y de vergüenza, todo manchado, lleno de miseria y desfigurado, pero lleno de confianza; y acogido a vuestro Sagrado Corazón, esperando que por el desamparo que Él padeció en el Huerto de los Olivos, tengáis piedad de mí y de todos los que hacemos este ejercicio, en reconciliamiento de vuestros internos dolores. Amén.

Rezar un Credo, por la conversión de los pecadores.

Día Séptimo

Corazón de Jesús, tan dispuesto y pronto a padecer por cada uno de los hombres, innumerables dolores, ¿cómo, pues, tendremos a ese fino Corazón tan adolorido y amargado? ¿Cómo sufrís teneros ante vuestra vista, y prestáis oídos a nuestras súplicas, llegando a vuestra presencia en pecado, pudiendo tan fácilmente salir de este estado miserable corriendo a los pies de vuestros ministros, humildes y arrepentidos, a lavarnos de tantas y tan detestables abominaciones?

Concédenos, Señor, por este medio la gracia de quedar limpios y no volver a ocasionar nuevos dolores a vuestro Divino Corazón. Amén.

Realizar la petición que se desea.

Oración Final

Recibid, Señor, estas pobres oraciones, que os dirijo en honra de vuestro amantísimo y Sagrado Corazón, y en reconocimiento de sus internos dolores. Recibídmelas, Señor, por esos mismos dolores, y no me neguéis lo que por ellos os pido.

Mirad, Señor, cuán atribulado se halla este mi pobre corazón; pero si vos así lo habéis ordenado, yo no deseo otra cosa sino conformarme a vuestras santas disposiciones. Muy vuestro es: limpiadlo y recibidlo en el vuestro, y no permitáis jamás salga de él, para que no vuelva a ofenderos. Amén.

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Descubre más desde Parroquia El Espíritu Santo

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.