La noche del viernes, 15 de agosto, nuestra parroquia se unió en una alegre velada para conmemorar el 210 cumpleaños de San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud.
La celebración fue organizada por el Centro Parroquial de Formación (CEPAF), con el valioso apoyo de la Asociación de María Auxiliadora (ADMA), que se encargó de la decoración. El Salón Don Bosco se convirtió en el escenario perfecto para la ocasión, con un bonito y festivo altar en el que fue colocada la imagen del santo.
La actividad dio inicio con unas palabras de nuestro párroco, el padre Carlos Macz, SDB, quien resaltó la alegría que significa para la familia salesiana cada 16 de agosto, fecha en que recordamos el nacimiento de Don Bosco, aquel joven que, a los 9 años, recibió de Dios la misión que marcaría toda su vida: dedicarse a la salvación de los jóvenes.
Durante la velada, se leyeron y comentaron algunos fragmentos de las Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales, autobiografía escrita por Don Bosco. Los participantes también tuvieron la oportunidad de compartir sus reflexiones, enriqueciendo así el ambiente de fraternidad y crecimiento espiritual.
La noche culminó con una deliciosa refacción y un momento de convivencia fraterna, en el que se compartió la alegría de pertenecer a la gran familia salesiana, siguiendo el legado del santo de la juventud.
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