Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, ante vuestro afligidísimo y herido Corazón, tenéis a la criatura más miserable, ingrata, desagradecida, rebelde e indigna de estar en vuestra soberana presencia. Sí, Señor, aquí está esta criminal criatura, a quien tantas gracias habéis concedido, y ella tan mal os ha correspondido; mas vuestro tierno y compasivo corazón ha esperado tanto tiempo la vuelta de esta pródiga a las puertas de la casa de la misericordia.
Ea, pues, Señor, me tenéis a vuestros pies lleno de confusión y de vergüenza, todo manchado, lleno de miseria y desfigurado, pero lleno de confianza; y acogido a vuestro Sagrado Corazón, esperando que por el desamparo que Él padeció en el Huerto de los Olivos, tengáis piedad de mí y de todos los que hacemos este ejercicio, en reconciliamiento de vuestros internos dolores. Amén.
Rezar un Credo, por la conversión de los pecadores.

Día Primero
Corazón Sagrado de Jesús, humilde y lleno de dolores, atravesado con los dardos de mis ingratitudes e infidelidades, con que tantas veces os he ultrajado. Lleno de vergüenza vengo a pediros el remedio de esta necesidad, que hoy oprime y aflige mi corazón; haced, Señor, que se cumpla vuestra santa voluntad en el trabajo que me hallo, como en los de todos los que aquí reunidos estamos haciendo esta novena, agradecidos por los dolores que por nosotros padecisteis, cargando sobre vos mismo el enorme peso de nuestras iniquidades.
Yo reconozco, Señor, y adoro por vuestra generosidad, y os pido que no permitáis en adelante vuelva a ofenderos. Amén.
Realizar la petición que se desea.
Oración Final
Recibid, Señor, estas pobres oraciones, que os dirijo en honra de vuestro amantísimo y Sagrado Corazón, y en reconocimiento de sus internos dolores. Recibídmelas, Señor, por esos mismos dolores, y no me neguéis lo que por ellos os pido.
Mirad, Señor, cuán atribulado se halla este mi pobre corazón; pero si vos así lo habéis ordenado, yo no deseo otra cosa sino conformarme a vuestras santas disposiciones. Muy vuestro es: limpiadlo y recibidlo en el vuestro, y no permitáis jamás salga de él, para que no vuelva a ofenderos. Amén.
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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