Novena al santo Hermano Pedro. Día 09

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Preparatoria

¡Oh, Dios, Creador y Padre de todos los hombres! Yo creo firmemente todas las verdades que nos has revelado; confío en tu bondad y misericordia infinitas; espero en tus promesas y en tu gracia. Te amo sobre todas las cosas.

Mírame con ojos de misericordia y por los méritos y súplicas de tu siervo Pedro, concédeme la gracia especial que suplico en esta novena, si ha de ser para mayor honra y gloria tuya y bien de mi alma. Amén.

Reseña Histórica

Tiene especial piedad por las benditas almas del Purgatorio. Hace dos Ermitas para ellas en el paseo de Jocotenango y otra en la entrada de san Juan. Lleva un curioso registro de nombres de muchísimos difuntos; contabilidad seguida, día a día, durante todo el año. Luego, distribuye entre los vecinos de la ciudad, cedulillas con el nombre de cada difunto, para que ofrezcan comuniones, misas y oraciones por el eterno descanso de aquellas almas.

El último año de su vida, en su registro de almas en pena, llena el mes de abril con su propio nombre: «el hermano Pedro de san José, difunto» y reparte cédulas para que de limosna se ofrezcan plegarias a favor de su alma.

En su testamento hace una valiente profesión de fe. Recuerda su pueblo de Vilaflor y los nombres de sus padres; el año que salió de Tenerife: 1650, su llegada a Guatemala en 1651, sus primeras vacilaciones y dudas, en las cuales la Providencia le fue dirigiendo. Pide funerales de limosna. Deja doce compañeros. Da consejos: «No olvidar la disciplina, los enfermos y las almas del Purgatorio. Ofrezco y encomiendo mi alma a Dios Nuestro Señor, que la creó y la redimió con el infinito precio de su Sangre, muerte y pasión, por cuyos méritos le suplico haya misericordia de ella. Mando el cuerpo a la tierra de que fui formado y es mi voluntad sea sepultado en la Iglesia del Convento del Señor san Francisco, en la capilla, entierro de los Hermanos Terceros».

Sabe con certeza el día de su muerte. Ante las lágrimas de sus discípulos: «Sepan todos que donde está Dios, nadie hace falta».

Al echar agua bendita en su habitación: «Tenga, Padre, que está aquí la Virgen Santísima». Todos se arrodillan. Lunes, día 25 de abril, festividad de san Marcos, a las tres de la tarde, año de 1667.

Aquel hombre descubierto y descalzo, macerado a penitencias y ayunos, se colocó más alto que el Capitán General, que el Obispo, que los Superiores de las Órdenes Religiosas.

El sepulcro de este Venerable Siervo de Dios se halla adornado constantemente de rosas frescas. Son innumerables los devotos del Santo Hermano Pedro que acuden a pedir el remedio de alguna necesidad o dar gracias rendidas por haber conseguido algún favor del cielo por su intercesión.

Dios ha querido elevarlo a los altares, Centroamérica unida ve colmada sus ansias más preciosas, en la intercesión del Santo Hermano Pedro.

Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria

Oración Final

¡Oh, piadoso siervo de Dios, que has dado al mundo durante tu corta vida, ejemplos admirables de fe, esperanza y caridad!, apiádate de mí, pobre pecador, y otórgame la gracia que te pido (Mencione la petición que se desea).

Dame también una gran pureza de alma y cuerpo y un amor grande a Jesús y a María, para que, imitando sus virtudes, sienta crecer en mí el celo por la salvación de las almas. Amén.

Señal de la Cruz

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


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