Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración Preparatoria
¡Oh, Dios, Creador y Padre de todos los hombres! Yo creo firmemente todas las verdades que nos has revelado; confío en tu bondad y misericordia infinitas; espero en tus promesas y en tu gracia. Te amo sobre todas las cosas.
Mírame con ojos de misericordia y por los méritos y súplicas de tu siervo Pedro, concédeme la gracia especial que suplico en esta novena, si ha de ser para mayor honra y gloria tuya y bien de mi alma. Amén.
Reseña Histórica
Se conserva un recuerdo precioso de su espíritu mariano.
«Martes, 8 de diciembre de 1654. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar y la Inmaculada Concepción de la Virgen María, Nuestra Señora, concebida sin pecado original. Digo yo, Pedro Betancur, que juro por esta cruz y por los santos Evangelios, de defender a Nuestra Señora la Virgen María fue concebida sin pecado original. Y perderé la vida, si se ofreciere, por volver por su Concepción Santísima. Y por verdad lo firmo de mi nombre y con mi propia sangre. Yo, Pedro Betancur».
Toma el hábito de la Tercera Orden Franciscana en 1654 y el once de junio del año siguiente hace su profesión. Desde entonces comienza una vida de asperezas, de abstinencias, de mortificaciones y amoroso sacrificio.
Como hijo de san Francisco se distingue por su humildad profunda, por su pureza y caridad. Se ocupa en la limpieza y decoro del templo. Renueva el aceite de los candiles, sustituye las flores marchitas por otras frescas, abrillanta los metales.
Es el primero que introduce la costumbre de cantar por las calles los Rosarios, costumbres que muy pronto se propaga por España y demás naciones. Como un nuevo David frente al Arca de la Alianza, Pedro camina con una bandera delante de la procesión del Santísimo, danzando y cantando versos.

Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Oración Final
¡Oh, piadoso siervo de Dios, que has dado al mundo durante tu corta vida, ejemplos admirables de fe, esperanza y caridad!, apiádate de mí, pobre pecador, y otórgame la gracia que te pido (Mencione la petición que se desea).
Dame también una gran pureza de alma y cuerpo y un amor grande a Jesús y a María, para que, imitando sus virtudes, sienta crecer en mí el celo por la salvación de las almas. Amén.
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Descubre más desde Parroquia El Espíritu Santo
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
