Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración para todos los días
Amada Madre nuestra, llegamos ante ti para pedirte nos obtengas del Corazón de Jesús la gracia de conocerlo, amarlo y servirlo como lo hiciste tú.
Conocerlo como Señor, Maestro y Amigo; penetrar como tú en el secreto de su Corazón para descubrir sus sentimientos, oír sus confidencias y hacerlo, a tu ejemplo, razón y término de nuestra oración y vida.
Amarlo con un amor tan delicado que alcancemos, como tú, la gracia de conocer y profundizar en sus más hondos dolores y prodigarle el consuelo que Él espera de cada una de nosotras.
Servirlo en nuestros hermanos, particularmente en aquellos que, por olvido, desamor, infidelidad están lejos de ese Corazón que tanto los ama.
Te pedimos, Madre, por intercesión de Nuestra Señora, nos alcances la gracia de prolongar en la Iglesia tu espiritualidad de reparación y de vivir y morir en amor y dedicación plena al Corazón de Jesús. Amén.
Día Sexto. Vida de oración de Nuestra Madre Encarnación
Desde niña es inclinada a la oración. El aire recogido de la ciudad de Quezaltenango y el paisaje que la rodea son una invitación a orar.
Cuando llega al Beaterio echa de menos el silencio y recogimiento propicios. Cuando pasado el tiempo tiene alguna autoridad en el convento recurre a ella y a sus grandes dotes de persuasión para llevar a monjas y a estudiantes a una mejor guarda del silencio.
La Humanidad de Cristo la atrae y apasiona y se dedica a contemplar al Señor en aquellos momentos de la Pasión que más hondamente la conmueven. La oración de Jesús en Getsemaní se constituye en el punto central de su contemplación y no se detiene únicamente en la agonía y en el sudor de sangre, sino que se adentra en la contemplación de los dolores internos de su amado Señor. Tanto se da a acompañarlo y a aconsejarlo que El la hace su confidente y le revela sus diez más hondos dolores.
Nuestra Madre es maestra de oración; nos enseña que, en la fidelidad a ella, en la apertura a la acción del Espíritu que ora en nosotras, podremos llegar, como ella, a gozar de las confidencias de Jesús y a ofrecerle una permanente reparación.
Rezar un Padre Nuestro a San José para pedirle nos obtenga el espíritu de oración
Para que hagamos de nuestras comunidades espacios de oración y de encuentro con Dios.
Madre Encarnación, ruega por nosotros.
Para que el Señor nos conceda la gracia de la oración contemplativa.
Madre Encarnación, ruega por nosotros.
Para que nuestra oración sea escuela para el conocimiento de Cristo.
Madre Encarnación, ruega por nosotros.
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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