Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración para todos los días
Amada Madre nuestra, llegamos ante ti para pedirte nos obtengas del Corazón de Jesús la gracia de conocerlo, amarlo y servirlo como lo hiciste tú.
Conocerlo como Señor, Maestro y Amigo; penetrar como tú en el secreto de su Corazón para descubrir sus sentimientos, oír sus confidencias y hacerlo, a tu ejemplo, razón y término de nuestra oración y vida.
Amarlo con un amor tan delicado que alcancemos, como tú, la gracia de conocer y profundizar en sus más hondos dolores y prodigarle el consuelo que Él espera de cada una de nosotras.
Servirlo en nuestros hermanos, particularmente en aquellos que, por olvido, desamor, infidelidad están lejos de ese Corazón que tanto los ama.
Te pedimos, Madre, por intercesión de Nuestra Señora, nos alcances la gracia de prolongar en la Iglesia tu espiritualidad de reparación y de vivir y morir en amor y dedicación plena al Corazón de Jesús. Amén.

Día Quinto. Amor de la Madre al Santísimo Sacramento
El amor de la Madre Encarnación al Santísimo Sacramento es consecuencia y manifestación de su amor al Corazón de Jesús. Considera a la Eucaristía como fuente perenne de gracia y de salud e insiste para que delante del Santísimo se esté con las potencias puestas en ese Sumo Bien. Aconseja no dejarse llevar de ningún pensamiento ni afecto que no sea de su divina Majestad y encarece el respeto profundo debido a tan Soberana Grandeza. A sus hijas y a sus amigos aconseja: «Recibidle con el amor con que le aman los serafines».
Insiste para que cuanto se destine al Santísimo corresponda a su dignidad y grandeza. Visita al Señor tanto en el día como en la noche y considera necesaria su presencia en el seno de las comunidades. Sin el Santísimo Sacramento que es el Prelado, consuelo y alma de nuestras misiones no podríamos vivir.
Aconseja frecuentemente a sus hijas: «Para perseverar en vuestra vocación sed muy devotas del Santísimo Sacramento, visitadle muchas veces entre día y noche, y tened gran deseo de recibirle muchas veces espiritualmente, preparad vuestros corazones para recibirle de una comunión a otra».
Rezar un Padre Nuestro a Jesús Sacramentado para pedirle sea el centro de nuestra vida
Para que sepamos acompañar al Santísimo Sacramento.
Madre Encarnación, ruega por nosotros.
Para que nos preparemos digna y devotamente para recibir la comunión.
Madre Encarnación, ruega por nosotros.
Para que participemos con devoción y atención en la celebración eucarística.
Madre Encarnación, ruega por nosotros.
Para que el Cuerpo de Cristo que ahora recibimos como alimento, sea nuestro premio en la eternidad.
Madre Encarnación, ruega por nosotros.
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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