Año 1865
Sueño 51
M.B. Vol. 8, pág. 23
El 16 de enero de 1865 habló así Don Bosco a sus alumnos.
Quiero contarles un sueño que tuve anteayer. Me pareció encontrarme de viaje con todos mis alumnos actuales y con muchísimos más que llegarán a nuestras obras en los tiempos futuros. Llegamos a un campo lleno de árboles frutales y los alumnos se desparramaron por todo el campo en busca de frutas. Unos comían higos, otros uvas, algunos comían duraznos y otras ciruelas. Yo estaba en medio de ellos y cortaba racimos de uvas y las repartía entre todos.
Salimos de aquel campo y empezamos un camino muy difícil de andar. Estaba lleno de zanjas muy profundas y unas veces teníamos que subir, otras veces había que bajar y frecuentemente era necesario saltar. Los más fuertes lograban saltar, pero los más débiles caían a la profunda zanja. Quise buscar otro camino, pero el sendero siguiente estaba lleno de piedras, de espinas, de barro y de hoyos y era imposible viajar por allí.
Entonces el guía me dijo: «Sigan por este camino difícil, pero que los más fuertes lleven a los más débiles».
Seguimos por el dificultoso camino y al final encontramos una cerca llena de espinas. Con dificultad nos abrimos un paso por allí. Luego llegamos a un valle que tenía muy hermosos árboles y pasto, y era verde y ameno.
Al llegar al valle vi a dos jóvenes, antiguos alumnos, y uno de ellos me dijo señalándome dos aves que tenía en sus manos:
— ¡Mire que hermosas aves!
— ¿Y qué aves son esas?
— Una perdiz y una codorniz
— ¿Y qué significa la perdiz?
— Pues la perdiz tiene los significados de sus letras:
P: Perseverancia en hacer el bien.
E: Eternidad. Pensar en ella.
R: Recibirá cada uno según hayan sido sus obras.
D: Despreciar lo que es mundano y materialista.
I: Irá cada uno al sitio que se haya conseguido con sus obras.
Z: Es la última letra: pensar en lo último que nos espera.

Luego me presentó a la codorniz y me dijo:
— Recuerde que la codorniz es aquella ave que llegó en bandadas de miles y miles al desierto donde el pueblo de Israel estaba murmurando contra Dios porque no les enviaba carne para comer. Y volaban tan bajitas que con bastones las lograban derribar. Y la gente comió tan de gula de esas carnes que se murieron muchísimos, porque «mata más la gula que la espada» (Éxodo Cap. 16). Este animal significa el gran peligro que hay para las personas en el comer de gula o en el beber de gula.
La codorniz era hermosa exteriormente, pero al levantarle las alas vi que está cubierta de llagas, y se fue volvieron tan fea y asquerosa y despedí aun hedor tan insoportable que producía deseos de vomitar.
Entonces empezaron a aparecer en el campo bandadas de perdices y de codornices, y los jóvenes se dedicaron a darles cacería. Y vi que todos los que comieron perdices se volvieron fuertes (porque practicaban lo que sus letras significaban: pensar en la eternidad que nos espera y despreciar lo que es mundano y malo) y en cambio, lo que comieron codornices se quedaron a mitad de camino y no me siguieron más (porque se dedicaron a comer de gula o a beber de gula o a cometer impurezas).
Después de esto vi a dos jóvenes que llevaban una cinta morada de las que les colocan a los difuntos y la extendieron, y en seguida apareció tendido y muerto uno de mis discípulos. Pero no logré reconocer de quién se trataba.
Pregunté a los dos jóvenes quién era el difunto, pero no me quisieron decir su nombre. Luego aparecieron bastantes alumnos más que me decían: «Don Bosco, ha muerto un discípulo suyo».
Les pregunté quién era el muerto, pero nadie me quiso decir su nombre. Y en ese momento me desperté. Estaba totalmente cansado como si hubiera viajado toda la noche.
Explicación
El 18 de enero Don Bosco les dijo a sus alumnos reunidos.
Varios desean saber el significado del sueño que les narré la vez pasada. Pues les digo que la perdiz es la representación de la virtud y de la buena conducta y la codorniz representa al vicio y al mal comportamiento. Y noten bien que la codorniz aparecía muy hermosa por fuera, pero por dentro debajo de las alas estaba llena de llagas y olía muy mal. Es la representación de quienes cometen pecados impuros.
Por fuera aparecen buenas personas, pero el alma la tienen asquerosa y repugnante.
Y noté que algunos pudiendo comer codorniz, sin embargo, no la quisieron aceptar. Son los que tienen ocasiones de ser viciosos, pero no aceptan cometer pecados. Otros, en cambio, alternaban: un rato comían perdiz y otro codorniz. Son los que a ratos se dedican a ser buenos, y a rato son malos. Varios han venido a preguntarme en cuál de los grupos los vi y se los he dicho. Los otros que quieran averiguar en qué estado vi su alma pueden venir en estos días y les responderé con mucho gusto.
El discípulo de Don Bosco que iba a morir pronto y del cual nadie le quiso decir el nombre, era el Padre Ruffino, virtuoso sacerdote, puro como un ángel y estimadísimo por el santo, y que en esos días gozaba de perfecta salud pero que luego el 16 de julio murió improvisadamente. No le fue anunciado su nombre a Don Bosco para no atormentarlo anticipadamente, pues lo quería muchísimo.
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