El 18 de abril de 1869, el Arzobispo de Turín aprobó los estatutos de la Asociación de devotos de María Auxiliadora que Don Bosco había presentado, y la dejó canónicamente establecida en el Santuario de Valdocco, de modo que, como dice el decreto, los fieles, hombres y mujeres, que se inscribieran y cumplieran las obras indicadas, pudieran participar de los Tesoros de la Iglesia, concedidos antes por el Santo Padre Pío IX.
El decreto de erección dice así:
ALEJANDRO OCTAVIANO RICCARDI, DE LOS CONDES DE NETRO, CABALLERO DE LA ORDEN SUPREMA DE LA ANUNCIACIÓN, ETC., ETC., POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SANTA SEDE APOSTÓLICA ARZOBISPO DE TURÍN, PRELADO DOMÉSTICO DE SU SANTIDAD EL PAPA PÍO IX Y ASISTENTE AL SOLIO PONTIFICIO.
Vista la solicitud presentada por el Muy Rvdo. Juan Bosco, Rector de la iglesia recién levantada en nuestra ciudad bajo la advocación de la Inmaculada Virgen Auxiliadora, y considerando su contenido, autorizamos con gusto los piadosos deseos del solicitante para alimentar y hacer crecer la devoción de los fieles a la Santísima Madre de Dios y al Augusto Sacramento de la Eucaristía, y, de acuerdo con el presente decreto, erigimos y declaramos canónicamente erigida, para los fieles de uno y otro sexo, en el altar mayor de dicha iglesia, la piadosa Sociedad que llevará por nombre Asociación de devotos de María Auxiliadora, para que todos los que se inscriban en ella y cumplan las obras prescritas puedan participar en los Tesoros de la Iglesia. Y habiendo conocido que los Estatutos igualmente presentados a Nos y por Nos firmados son adecuados para el gobierno y crecimiento de la piadosa Asociación, los aprobamos, reservándonos la facultad de añadir o cambiar lo que juzguemos de mayor utilidad para dicha Asociación.
Queremos que este nuestro decreto, junto con la solicitud arriba mencionada y los Estatutos, quede asentado en los Registros de nuestra Curia y que se entregue al solicitante un ejemplar auténtico del mismo.
Dado en Turín, el día 18 de abril de 1869.
† ALEJANDRO, Arzobispo
Teól. GAUDE, Pro-canciller
Don Bosco, bien agradecido con el Señor por todo esto, enseguida terminó el folleto que ya tenía listo para las Lecturas Católicas de mayo: Asociación de devotos de María Auxiliadora, canónicamente erigida en la iglesia dedicada a ella en Turín, con un informe histórico sobre este título, por el sacerdote Juan Bosco.
En el prólogo presenta así el resumen de lo que trae el librito.
Al lector
Cuando se empezó a construir la iglesia dedicada a María Auxiliadora en Turín, ya había un montón de peticiones para que se fundara una piadosa asociación de devotos que, unidos por el mismo espíritu de oración y de piedad, honraran a la Madre del Salvador, invocada con el hermoso título de Auxilio de los Cristianos. Después de la consagración del templo, estas peticiones se multiplicaron por todos lados y llegaron de personas de toda clase y condición. Para responder a este deseo tan piadoso y general, se organizó la Asociación, cuyo reglamento se presenta brevemente a continuación.
Primero va un relato histórico sobre el título de María, Auxilium Christianorum; luego sigue el decreto de la erección canónica de la Asociación, con las indulgencias concedidas, y algunas oraciones, para que quien quiera usarlas pueda dirigir con más facilidad los sentimientos de su corazón a esta gran bienhechora de los pobres mortales.
La Santísima Virgen María, que de tantas maneras ha bendecido y favorecido a los que la han invocado con el precioso título de Auxiliadora, siga derramando abundantes tesoros del cielo, no solo sobre los inscritos en esta piadosa Asociación, sino sobre todos los que la invoquen en sus necesidades espirituales y materiales, para que todos tengan motivo de bendecirla en la tierra y, algún día, ir a alabarla y darle gracias eternamente en el cielo. Amén.
Como ya se indicó, este librito contiene una serie de oraciones, jaculatorias y prácticas de piedad con indulgencias, además de un pequeño tratado sobre las indulgencias. Se hicieron muchas ediciones, y en cada una se fueron registrando, una tras otra, las nuevas gracias concedidas a la Asociación y al Santuario por los Sumos Pontífices.
Fuente: Lemoyne, J. B. (s. f.). Memorias biográficas de San Juan Bosco (Vol. 9, pp. 542–547). Central Catequística Salesiana
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