Amado Jesús Nazareno, tú que estás sentado a la derecha del Padre Celestial, atiende a este llamado que te hago desde el fondo de mi corazón. Tú todo lo puedes, todo lo ves, conoces perfectamente los deseos de mi alma. En tu paso por la tierra, ayudaste a miles de enfermos, los sanaste con tu mano milagrosa. En esta ocasión, te pido que hagas lo mismo conmigo.
Permíteme vencer esta enfermedad que me atormenta y me hace sentir triste. Haz que tú bella luz brille para mí, que me salve de este padecimiento. Déjame seguir tu camino de salvación, quiero seguir tus pasos. Cúbreme con tu manto morado, Oh Jesús poderoso, lléname de mucha salud y bienestar para compartir con mi familia.
No dejes que este mal me siga afectando mi Señor. Por favor, haz que mi salud regrese, que vuelva a ser feliz. No me dejes solo, permíteme superar esta dura prueba, te amo inmensamente, agradezco tu presencia en mi vida. Amén.
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