Año 1846
Sueño 14
M.B. Vol. 3, pág. 31
Necesitaba un cáliz para celebrar la Santa Misa y no tenía dinero para comprarlo. Y una noche soñé que en un baúl de mi habitación había el dinero suficiente para comprar el cáliz. Por la mañana me fui a la ciudad a varias diligencias y andando por la calle me acordé del sueño que había tenido y me llené de alegría pensando que aquello pudiera ser realidad. Y fue tal la emoción que sentí que me volví inmediatamente para la casa a registrar el baúl. Así lo hice y encontré en el fondo del baúl la cantidad completa de dinero que cobraban por el cáliz.

De cómo la Providencia regaló a nuestro Padre un cáliz para la misa.
Aquello no tuvo explicación pues ese baúl permanecía siempre cerrado y nadie había venido a echar nada allí. Y Mamá Margarita no tenía dinero como para poder darse el lujo de hacer semejantes sorpresas. Ella misma se quedó muy admirada al saber lo que había sucedido.
Nota
Mamá Margarita le contaba al joven Santiago Belia que una noche, a la madrugada, oyó a Don Bosco hablar en su habitación y hacer preguntas y responderlas y que ella por la mañana le preguntó con quien había estado hablando esa noche, y Don Bosco le respondió:
– Estuve hablando con Luis Comollo.
– Pero si Luis Comollo hace años que murió.
– Y, sin embargo, así es – le dijo el santo.
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