Los Salesianos Cooperadores

Redacción: Parroquia El Espíritu Santo. / Fotografía: Parroquia El Espíritu Santo.

Dentro de la Congregación Salesiana, podemos encontrar una gran variedad de miembros que no necesariamente son religiosos consagrados; también existe la posibilidad a laicos que desean vivir su Identidad Salesiana al máximo, participando y colaborando de muchas maneras. Una de estas maneras son los Salesianos Cooperadores.

¿Qué son los Salesianos Cooperadores?

Los Salesianos Cooperadores son cristianos católicos que viven, día con día, su vocación bautismal basados en el sueño de Don Bosco, es decir, evangelizar y educar a los jóvenes.

Viven su vida con normalidad, esto es, con su familia, desarrollándose profesional y socialmente, y estando en comunión con la Iglesia y la Familia Salesiana.

¿Quiénes pueden ser parte de los Salesianos Cooperadores?

Cualquier cristiano católico, sea laico como del clero secular, puede seguir este camino, basta que sienta en llamado a un estilo peculiar de vida de fe, misma que se plasma en el día a día y que puede distinguirse por dos actitudes principales:

  • Sentir a Dios como Padre y Amor que salva; encontrar en Jesucristo al Hijo Unigénito, apóstol perfecto del Padre; vivir en intimidad con el Espíritu Santo, animador del Pueblo de Dios en el mundo.
  • Sentirse llamados y enviados a una misión concreta; contribuir a la salvación de la juventud comprometiéndose en la misma misión juvenil y popular de Don Bosco.

¿Cuál es la formación que reciben?

La Formación Inicial se lleva a cabo durante tres años, los cuales se dividen en dos etapas: Simpatizante y Aspirante. En cada una de ellas se profundiza el proyecto de vida personal para llegar finalmente a una opción seria y responsable mediante la promesa.

Al final esta etapa se ingresa a la Formación Permanente, siendo este un proceso integral de crecimiento, profundización y maduración en la identidad vocacional comprometiéndose, a su vez, como personas, cristianos y salesianos cooperadores.

¿Cómo puedes ingresar?

Para poder ser parte de los Salesianos Cooperadores, debes de ponerte en contacto con un salesiano de Don Bosco (SDB) o una Hija de María Auxiliadora (HMA), quienes te orientarán en tu inicio.

¿Qué hacen los Salesianos Cooperadores?

Como te contaba unas líneas arriba, los Salesianos Cooperadores son personas que viven su vida en un ambiente común, con su familia, amigos, etc.; y su labor la realizan dentro de estos ámbitos, dependiendo de su vocación y capacidad. Aquí te comparto unos fragmentos de la página de Cooperadores de España, que pueden explicarlo mucho mejor:

  • La familia, para promover el crecimiento como comunidad de las personas, fundamentadas en el amor y en la convivencia, en la cual desarrollan relaciones educativas inspiradas en el Sistema Preventivo.
  • La escuela y los centros educativos donde, como maestros, padres o colaboradores, prestan atención a la educación integral de los jóvenes y proponen un estilo educativo de sello salesiano.
  • Los centros juveniles, en los cuales promueven, de diversos modos el uso sano y creativo del tiempo libre, abierto a valores como la amistad, la solidaridad y el compromiso hacia los demás.
  • La parroquia y el oratorio, colaborando en la animación de grupos juveniles según el criterio que reúne educación y evangelización, o en otras actividades pastorales.
  • La comunicación social, “que crea cultura y difunde en el pueblo modelos de vida”, para llevar al mundo de los medios de comunicación el amor a la verdad, la atención educativa y la opción por los mensajes positivos.
  • La política, los servicios sociales, el voluntariado, para hacer las estructuras, instituciones y servicios “más conformes a las exigencias evangélicas de libertad, justicia y fraternidad”, más atentos al bien común, más abiertos al mundo juvenil y a la dimensión preventiva en la solución de los problemas.
  • El mundo del trabajo, para testimoniar y promover en él la ética del servicio, la atención a las personas, la solidaridad con los más débiles, la preocupación por quien no tiene trabajo, superando lógicas de mera eficiencia económica que a menudo ignoran las necesidades de la persona.

¿Cómo surgió esta idea de los Salesianos Cooperadores?

Para poder responderte esta pregunta, te contaré un poco de historia. Los Salesianos Cooperadores, son en realidad, la primera rama de la Familia Salesiana que fundó Don Bosco. Él quería cumplir aquel gran sueño que tenía: atender a los jóvenes abandonados, obreros, huérfanos, desamparados bajo su ideal del sistema preventivo (esto lo veremos en otra ocasión).

Para poder realizar esta labor, Don Bosco se vio en la necesidad de buscar ayuda de otras personas, que no necesariamente fuese desde un punto de vista religioso. Estas personas serían cooperadores abiertos que estarían en los momentos que pudiesen ayudarle y, sobre todo, en los más difíciles. Sus primeros cooperadores fueron su propia madre, Margarita Occhiena y su director espiritual, José Cafasso.

Don Bosco tenía claro que los Salesianos Cooperadores serían salesianos externos, esto quiere decir, que no asumirían los votos religiosos, tal como los salesianos sacerdotes, salesianos coadjutores, hijas de María Auxiliadora, etc.; sino que ellos vivirían dentro de la sociedad civil y apoyarían en los momentos que fuese necesario.

El alto aprecio que Don Bosco tenía por los salesianos cooperadores queda demostrado en su inclusión dentro de las Constituciones de la Sociedad de San Francisco de Sales como parte de la Congregación, hecho este que fue rechazado por la Iglesia y que conduciría a que Don Bosco idee a los salesianos cooperadores como una rama separada. Las regulaciones de la Pía Sociedad de Cooperadores Salesianos (según el nombre original dado por el santo), fueron aprobadas el 9 de mayo de 1876 por Pío IX.

Tanto era el deseo de Don Bosco de esta rama salesiana, que el mismo dejó escrito un Proyecto de Vida Apostólica, en el cual les ofrece un camino auténtico de santificación apostólica. Un hecho muy curioso es que los Salesianos Cooperadores tuvieron una expansión mucho mayor que la religiosa ya que, a la muerte de Don Bosco, se contaban con un promedio de 80,000 Salesianos Cooperadores.