Que este día, Padre, sea una oportunidad de alabarte con mis actos; ayúdame a saber decidir correctamente, para estar siempre cerca de ti; ayúdame a saberte amar con un corazón dispuesto a entregarse a ti, con todas las fuerzas que tengo y darte así, todo lo que soy.
Padre, no me abandones jamás, pues necesito de ti para los problemas de la vida poder enfrentar y buscar en todo momento la humildad. Amén.
Buenos días =)
Santo Domingo Savio, ruega por nosotros.
Texto: Parroquia El Espíritu Santo / Ilustración: Parroquia El Espíritu Santo
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