Perdón, Padre mío, porque te he fallado demasiadas veces; perdón porque, a pesar de que lo he intentado, vuelvo a caer, incluso con la misma piedra, una y otra vez, y una vez más, te vuelvo a defraudar.
¡Quiero aprender a ser bueno! ¡Quiero aprender a no pecar más!, pero necesito que me ayudes a ser fuerte, que me enseñes a rechazar todo aquello que me aleja de ti; necesito que estés siempre conmigo mostrándome el camino que debo seguir. Amén.
Buenos días =)
María, Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Texto: Parroquia El Espíritu Santo / Ilustración: Parroquia El Espíritu Santo
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