¡Oh Domingo! tú que supiste ser pastor y oveja del Señor; tú que siempre pudiste obedecer a la voluntad del Padre, ayúdanos a que podamos nosotros ser ovejas obedientes; que sintamos en nuestro corazón la alegría de ser hijos de Dios y la convicción de vivir el Evangelio cada día.
Danos, Domingo Savio, la confianza en María Santísima, para que la elijamos a ella como nuestra guía, Auxiliadora y puerto seguro al que siempre podemos llegar; que como tú, pidamos su ayuda en cada proyecto que estemos por iniciar y que, al final de nuestros días, sepamos que ella será nuestra abogada ante el Señor.
Santo Domingo Savio, enséñanos a ser como tú. Amén.
Texto: Anónimo / Ilustración: Parroquia El Espíritu Santo
info@espiritusantogt.com |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |