Oh bendito Bosco, que siempre luchaste para salvar aquellos jóvenes del desamparo y de la intemperie. Grandioso sacerdote, que cumpliste en buena forma con cada designio de Dios nuestro señor. Te pido que siempre me protejas contra toda amenaza y peligro a los que me enfrento constantemente.
Tú que has derrotado a muchos enemigos con tan solo el don de la palabra y la templanza. Te ruego que me acojas bajo tu sotana sagrada de todas las ingratitudes, injurias, chismes y calumnias de mis enemigos, ya que siempre buscan hacer el mal en mi entorno, que entorpecen significativamente mi progreso y mis proyectos.
Libérame de las persecuciones, socórreme de las tentaciones, protégeme de las agresiones y demás actos repudiables.
Perdona a aquellas personas malas de corazón, para que todo aquel que intente hacer daño sea bendecido. Hazles entender que su proceder en este mundo no los eximirá del juicio final, cuyo juez es el magno San Rafael Arcángel, que corona el reino de los cielos junto a Dios y María Santísima. Amén.