Dios mío, aquí estoy de nuevo ante ti, aunque se que Tú conmigo siempre estás. Hoy no vengo a pedirte paciencia, sabiduría o fortaleza.
Hoy vengo en realidad a pedirte que des paz a todas esas personas que me quieren dañar, no para que me dejen tranquilo, sino para que sanes su corazón y lo llenes con tu amor. Ayúdales para que puedan vivir una vida tranquila, una vida más cerca de ti. Quiero también, Dios mío, darte gracias porque yo ya sané, y con tu ayuda supe perdonar y olvidar.
Hoy te puedo decir, que yo no siento rencor dentro de mí, porque Tú estás aquí, siempre junto a mí.
Gracias, Padre mío, por darme amor cada día, por darme la fuerza para continuar y por escucharme cada vez que vengo ante ti. Amén.
Texto: Parroquia El Espíritu Santo / Ilustración: Parroquia El Espíritu Santo
Visita nuestras redes |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |