Oh, amado Jesús. Ayúdame a esparcir tu fragancia por donde quiere que vaya. Inunda mi alma con tu Espíritu y vida. Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la tuya.
Brilla a través de mí y permanece tan dentro de mí que cada alma con que me encuentre pueda sentir tu presencia en la mía. ¡Permite que no me vean a mí sino solamente a Jesús!
Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz, oh Jesús, vendrá toda de ti, nada de ella será mía; serás Tú quien resplandezca sobre los demás a través de mí.
Brillando sobre quienes me rodean, permíteme alabarte como más te gusta. Permíteme predicarte sin predicar, no con palabras sino a través de mi ejemplo, a través de la fuerza atractiva, de la influencia armoniosa de todo lo que haga, de la inefable plenitud del amor que existe en mi corazón por ti. Amén.
Texto: Anónimo / Fotografía: Parroquia El Espíritu Santo
info@espiritusantogt.com |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |