Heme aquí, o buen y dulce Jesús.
De rodillas ante tu divina presencia te pido y suplico, con todo el fervor de mi alma que te dignes grabar en mi corazón los más vivos sentimientos de fe, de esperanza y de caridad, de verdadero arrepentimiento de mis pecados y la voluntad firmísima de enmendarme, mientras que con sincero afecto e íntimo dolor de corazón considero y medito en tus cinco llagas, teniendo muy presentes esas palabras que el profeta David ya decía de ti, o buen Jesús: “Traspasaron mis manos y mis pies, y contaron todos mis huesos”.
Texto: Anónimo / Fotografía: Parroquia El Espíritu Santo
info@espiritusantogt.com |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |