Siempre había deseado poder realizar un proyecto con el cual poner mi granito de arena en promover la devoción a María Auxiliadora y este año recibí una invitación para llevar a cabo dicho sueño.
Todo comenzó a platicarse en marzo; muy buenas ideas y nuestra planificación decía que nos quedaría tiempo de sobra. Hasta aquí todo iba muy bien, sin embargo, el tiempo siguió su paso y siempre, por alguna razón, el proyecto no avanzaba.
Pasaron semanas y ya entrando al mes de mayo, no habíamos logrado realizar casi nada de lo que teníamos planeado; todo parecía que no se iba a poder. Diez días antes de la fecha marcada, el 24 de mayo, día en que celebramos a la Auxiliadora, nuestro principal apoyo nos dice: “no he logrado coordinar nada, creo que habrá que buscar alguna alternativa o un segundo plan y este proyecto, talves el otro año“. He de decir que en aquel momento me sentí muy decepcionado; estaba tan ilusionado con trabajar para María Auxiliadora y, de repente, todo se vino abajo.
Recuerdo que era un martes en la noche, a tan sólo unos días de la fecha marcada cuando comencé a crear un nuevo proyecto, muy similar al original y me dispuse que al día siguiente debía comenzar a trabajar. Ese miércoles me levanté muy temprano y lo primero que hice fue ir al Santuario María Auxiliadora; ese sería el punto de partida para este nuevo proyecto pero, antes, entré al templo y delante de la imagen de la Virgen le dije: “Madre…si tú quieres que haga esto por ti, me vas a ayudar y si no lo quieres, pues nada se podrá hacer. Necesito que me ayudes porque yo solo no puedo”. Y salí.
Fue increíble como en ese mismo día, logré contactar con todas las personas necesarias e, incluso, hasta más idóneas para mi proyecto con sólo un par de llamadas; he de decir que ese miércoles y el jueves trabajé sin parar pero logré recabar toda la información que necesitaba y logré cumplir mi meta.
Debo decir sinceramente que fue María Auxiliadora la que lo hizo posible, no es la primera vez que me ayuda, porque en realidad lo mucho o poco que he logrado en mi vida, es porque Ella siempre me ha echado una mano, yo sólo no podría; y como un consejo les puedo decir que sigan las palabras que decía Don Bosco: “Repite muchas veces al día: ‘María, Auxiliadora de los Cristianos, ruega por nosotros’ y verás como viene en tu ayuda“.
Texto: Parroquia El Espíritu Santo / Ilustración: Parroquia El Espíritu Santo
Visita nuestras redes |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |