Día 16. El consejo de Don Bosco.
Desde pequeño, Juan Bosco se encomendó a la Virgen María tal como Mamá Margarita se lo había enseñado. Siempre que le preguntaban sobre cómo había logrado crear la Congregación de los Salesianos, él sonriente respondía: “Ella lo ha hecho todo”.
Siempre que podía, Don Bosco les recomendaba a sus muchachos, como cariñosamente les llamaba, que cada vez que pudieran, cuantas veces le fuese posible repitieran con convicción: “María, Auxiliadora de los Cristianos, ruega por nosotros”; y que de esa manera verían como la Madre de Dios vendría en su auxilio.
Rezar un Avemaría.
Florecilla del día escrita por Don Bosco.
Recuerda que en la hora de la muerte te arrepentirás de haber perdido tanto tiempo sin provecho para tu alma.
Oración a María Auxiliadora.
Oh, María, Virgen Poderosa grande e ilustre defensora de la Iglesia, singular auxilio de los cristianos terrible como un ejército ordenado en batalla, Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo.
Oh, Madre, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.
María, Auxiliadora de los Cristianos, ruega por nosotros.
Texto: Parroquia El Espíritu Santo / Ilustración: Parroquia El Espíritu Santo
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