Día 15. Una bala perdida.
Me encontraba rezando en el templo de la juventud delante de la imagen de María Auxiliadora como cada viernes por la tarde. Todo se veía como cualquier otro día; cerca se encontraban un par de señoras y un niño pequeño que corría entre las bancas del templo.
De repente, se escuchó como si un vidrio se quebraba y seguido, un golpe seco.
En el momento no me había percatado de lo ocurrido; solo veía como las otras señoras me veían con cara de susto y me preguntaban repetidamente si me encontraba bien. Como pude les dije que sí, que yo estaba bien, que sólo estaba orando a la Virgen cuando me señalan lo que ocasionó aquel ruido.
Una bala perdida había ido a caer al templo; atravesó el techo y cayó en la banca justo a mi lado; unos pocos centímetros más y me hubiese caído justo en la cabeza. Definitivamente María Auxiliadora me protegió aquel día.
Rezar un Avemaría.
Florecilla del día escrita por Don Bosco.
Debes pedir tres “S”: Salud, Sabiduría y Santidad.
Oración a María Auxiliadora.
Oh, María, Virgen Poderosa grande e ilustre defensora de la Iglesia, singular auxilio de los cristianos terrible como un ejército ordenado en batalla, Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo.
Oh, Madre, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.
María, Auxiliadora de los Cristianos, ruega por nosotros.
Texto: Parroquia El Espíritu Santo / Ilustración: Parroquia El Espíritu Santo
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